El elegantes adoquin de los andenes en Nocaima, Cundinamarca, no están alborotados por la fuerza de un temblor o unas grandes raíces. Únicamente son la evidencias del paso de las tubería del gas que pareciera viva dejando huella a su paso. Pues en un hecho que no debiera quedar esos destrozos evidentes de un trabajo sin terminar del cual no se sabe si alguien responda.
Varias son las experiencias adquiridas por los errores cometidos en Bogotá que no se deben ignorar como los sobre costos por aplazamientos y mal uso de los recursos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario