El gobierno tiene olvidado gran parte del país. No es nuevo, es lo que hay que cambiar.
Que lleguen las fuerzas del orden a cada rincón, con los servicios de salud y que tengamos profesionales de la salud y la educación bien pagos.
Para el cambio queremos ver carreteras o líneas férreas y aeropuertos. También oportunidades y espacios para emprender.
Necesitamos instituciones fuertes llenas de profesionales destacados, esperamos empresas del estado que no se sientan; por lo eficientes. Añoramos ministros empecinados en seguir la constitución.
Con la promesa del cambio esperábamos que los cargos en el andamiaje del poder en el país no se ofreciesen a familiares y amigos. Pero no hay nada del cambio, o si cambiamos de golpe de una casta de políticos a otros iguales a los anteriores. Con tal vez una diferencia: quieren serrarles el paso a los contradictores acabando con la división del poder.
El olvido estatal no cambió, el Cauca que es el departamento de la vicepresidente no recibió ninguna retribución por apoyarla y la Guajira volvió a ser víctima de los descarados robos a sus recursos con la trillada escusa del bien común.
Luis Fernando Urrea Beltán
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